Ella es doña Félix, quien, después de 25 años, ha contado cada minuto con la esperanza de volver a reunirse con su familia. Hoy, está a tan solo unos días de recuperar su libertad.
Su testimonio es un reflejo de autosuperación y autoconocimiento, una muestra de que nunca es tarde para reconstruir el camino y volver a empezar.